Sobre el escritor.

Todos tenemos pensamientos, pero jamás serán iguales los tuyos a los míos, podrán ser parecidos pero jamás iguales, se que todos tenemos gustos diferentes pero me es fascinante observar a los demás para saber sus gustos también me gusta demostrar lo que se o mas que eso dejar que las personas lean mis pensamientos ya que el escribir para mi es sencillo, fácil, es por eso que demuestro mis emociones a través de estas líneas. By: Saraa L. Morgan

viernes, 14 de enero de 2011

Av. Revolución


Era tarde y el chico de mis sueños estaba cada vez más lejos de mí.Aquella noche me sorprendió saber que cada que miraba al cielo el quizá también estaba mirándolo y lo único que podía unirnos era eso, el cielo que en todas partes es el mismo.Lo más dulce es escuchar su voz, pensar en él y saber que quizá, solo quizá, él esté pensando en mi, el otro día mientras caminaba por la Av. Revolución, mire a un chico, estaba sentado en una de esas bancas que ya casi nadie suele usar, estaba solo, mirando hacia el piso, me acerque a él para preguntarle si estaba bien, pero de repente llego una muchacha que se sentó a su lado y comenzó a hablar con él, de repente alguien me tomo de los brazos, voltee a ver, era mi chico, tratando de sorprenderme, me dio un lindo beso y me tomo de la mano, comenzamos a caminar, no pude evitar voltear a ver a aquel chico, estaba peleando con la muchacha que se había sentado a su lado, parecía como si fuesen novios.El día paso rapido, caminamos horas por la revolución hablando de infinidad de cosas, la verdad me encantaba pasar tiempo con mi novio pero a veces quería que él me dejara sola, a veces pensaba y deseaba que un día llegara y me terminara, que me dijera que ya no podía seguir con nuestra relación, pero nunca pasaba, yo no lo quería terminar, yo lo amaba, pero entre mis vagos pensamientos deseaba que él lo hiciera.Todos los días cuando camino al lado de aquella banca recuerdo al chico que estaba sentado ahí, me preguntaba que era lo que había pasado entre él y la chica, cuando de repente lo mire sentándose ahí, era increible jamás creí que volvería a verlo y mucho menos en el mismo lugar, no pude esperar más y fui a sentarme a su lado, el volteo a verme pero no dijo nada; así estuvimos durante una hora, ninguno de los dos pronuncio palabra alguna, después de haber estado sentados uno junto al otro, la chica de aquel día llego, me miro, lo tomo de la mano y se marcharon, el chico volteo a verme mientras se alejaba, en su mirada se veía tristeza, como si estuviera molesto por algo, pero que se yo.Así fue durante tres semanas seguidas, él y yo nos mirábamos en aquella banca, a veces mi novio pasaba por mi y en otras ocasiones la novia de él lo recogía, siempre mirándome mal, lo curioso es que de esas tres semanas que teníamos de sentarnos en aquel lugar jamás nos dirigimos la palabra de vez en cuando había ciertos choques de miradas, pero de ahí en mas, nada.Un día, mientras estábamos sentados el chico dijo:-Sé que me engaña, pero cada que intento terminar con ella, algo me detiene; no sé, creo que me hago daño a mi mismo al no querer hacerle daño a ella.La verdad no sabía que decirle, así que me quede callada, y espere a ver si decía algo más, pero nunca paso, la chica llego y se lo llevo.Todo el día estuve pensando en lo que me dijo, no podía creerlo, ¿cómo fue que me quede callada?, pude haberle dado algún concejo.Al día siguiente el chico no llego, yo tenía ya unos cuantos días sin saber de mi novio, y la verdad no quería ni llamarle, no estaba preocupada, ni nada.Durante una semana el chico no regreso, pero yo estuve ahí esperando a que regresara, por fin llego un día, se sentó, me miro a los ojos y dijo:Que curioso, no te conozco y ya te extrañaba, gracias por tu silencio, me hiso reflexionar mucho el otro día; termine con ella, fue duro, pero al final me sentí muy bien conmigo mismo.Se levanto y se fue, realmente me sentí muy bien al saber que el no decir nada le había servido de algo.Al dia siguiente no pensaba regresar, creía que mi “deber” ya estaba hecho y que quizá, solo quizá no debía regresar a aquel lugar, pero ya no era de si quería o no, ahora sentía la necesidad de sentarme a su lado y tener su compañía, así que decidí ir de nuevo a aquel lugar para sentarme a su lado.Cuando llegue él ya estaba ahí, no dijo nada, solo me miro, y esta vez no pude evitar quedarme callada, y le dije:No sé nada de mi novio, creo que ahora si va a terminar conmigo, lo peor de todo es que antes de conocerte no tenía una razón pero quería que él me terminara pero ahora, te tengo a ti y creo que es una razón para que el termine conmigo.El chico voltio y me dijo:No me tienes a mí, solo somos dos personas que se sientan casi todos los días en el mismo lugar, cuando no nos hablamos, no sabemos nuestros nombres ni nada de nuestras vidas, tu no me tienes ami, yo no te tengo a ti, somos solo dos extraños que se dedican a verse mientras esperan a su pareja.Tenia unas ganas inmensas de llorar cuando me decía eso pero continúe escuchándolo hasta que termino y decidí responderle:Entonces ¿por qué has regresado si ya terminaste con ella?, tu no tienes nada que hacer en esta banca, tu lo dijiste, somos dos extraños que esperan a su pareja, tu ya no tienes pareja y si crees que alguien va a venir por ti para salir contigo estas muy equivocado.El chico agacho la cabeza, respiro hondo y me dijo mientras me miraba a los ojos:Me voy de la cuidad, me voy a mudar y no voy a volver.Fingí que no tenía importancia, realmente no quería que el descubriera que eso me importaba, pero era bastante obvio que aun sin conocerlo, ya era importante en mi vida.de repente…se acerco y me beso, tenía miedo, sentía que el mundo se iba a terminar en ese momento, pero realmente no me importo, fue magnífico, tener esa sensación mientras me besaba, fue grandiosa lo único que lo arruino fue que justo en ese momento llego mi novio, se paro frente a nosotros, lo levanto y le dio un golpe en la cara, el chico termino en el piso, tome del brazo a mi novio y comencé a decirle que se tranquilizara, que qué era lo que había hecho, mi novio me empujo y me dijo que no quería saber nada mas de mi, que ya tenía mucho tiempo queriendo terminar conmigo pero que no sabía cómo decírmelo, y que ahora solo porque no lo había visto decidí engañarlo con otro, pero ese no era el plan, yo no quería quedar mal con mi novio, realmente significaba algo para mi, él se fue molesto yo me acerque al muchacho y lo mire, el comenzó a reírse, se levanto y me abrazo, me dijo que era hora de partir y que jamás se iba a olvidar de lo que había pasado entre nosotros, desde aquel día no lo volví a ver pero siempre voy a esa vieja banca en la revolución a esperar a que llegue para quedarse, de vez en cuando encuentro una tarjeta, sé que es de él, y a veces creo que me observa mientras estoy ahí, una parte de mi me dice que jamás se marcho, pero el tiempo dirá si lo que sucedió fue solo una casualidad. By: Saraa L. Morgan