domingo, 5 de enero de 2014
Extraño el pasado.
El tiempo me ha enseñado que no debemos rendirnos tan fácilmente, y que debemos luchar por las cosas que queremos.
Hace poco, dos meses y veinte días para ser exactos, abandoné algo que apreciaba mucho, no me arrepiento, quizás porque hacía mucha falta el separarme un poco de esa realidad que me estaba atemorizando, ahora, miro hacia atrás y me pregunto, Hice lo correcto?, los recuerdos invaden mi mente, no puedo evitar pensar en las cosas que solía hacer cuando estaba a su lado, por mi cabeza pasan más los momentos buenos que los malos, eso me hace volver a pensar y creer que quizás tomé una decisión errónea, pero, eso sólo sucede cuando pienso las cosas.
Antier lo volví a ver, supe que no quería saludarme, pero quería verlo de frente, cuando me pare frente a él, me temblaban la piernas, era algo maravilloso, sentí como si fuera una niña indefensa, a punto de ver su primer estrella fugaz, todo fue tan rápido, las palabras se fueron llevando ese nerviosismo, no supe si cambió o por primera vez me estaba permitiendo conocerlo, debo admitir que todo desapareció al escucharlo hablar, pero justo cuando volvía a sentir fuerza, me abrazó y sentí como si el mundo cayera lentamente.
No es posible amar a alguien del pasado, sólo porque su físico del presente aún te agrada. Pero me es imposible no verlo y pensar, !aún me gustas!, !aún me vuelves loca!, !aún estoy enamorada!, si tan sólo no hablaras de tanta estupidez, quizás cometí un error, y más en el momento en el que creí que tendría una oportunidad más, sin embargo, un viejo amigo me dijo hace poco: "Sí no regresa, nunca fue tuyo.", que razón tiene mi padre cuando comenta cosas sobre, "Qué no decía que te amaba?", al final son una mentada de madre, ya que quizás fui yo la que lo arruino todo, y quizás sólo sea carilla, sin embargo las palabras duelen, cuando son una verdad. By: Saraa L. Morgan
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario