Cuando te quedas sin nada que escribir, logras sentir
un dolor en el pecho, uno de esos que nada logra eliminarlo, te das cuenta que
no existe una motivación, no existe ni siquiera un amor que nos haga creer que
algo merece ser escrito, ¿será que las cosas se olvidan con el tiempo? existe
un dolor que no sabes cómo dejarlo pasar, un dolor que te hace sentir la
persona más triste del mundo, pero te preguntas, ¿Cómo dejarlo pasar?, ¿Cómo te
permitiste olvidarlo?, como aquello que te hizo volar a través del tiempo,
aquello que te hizo soñar, simplemente se desvaneció con el tiempo, desapareció
entre las nubes como si jamás hubiera existido, las palabras ya no saben a
nada, las letras no tienen un significado, quieres simplemente volver a sentir
el color de aquello que logras ver pero no sabes cómo, es como si poco a poco
se desvanecieran y comenzaras a ver todo en tonalidades grises, tonalidades
tristes y frías que lo único que te hacen sentir es miedo, miedo de aquello que
puedas llegar a dejar de sentir, porque crees que no volverás a sentir aquello
que te llenaba de color, aquello que te traía alegría, crees que te mantendrás
ocupado prestando atención a cosas que no tienen importancia, miedo, mucho
miedo, miedo del que no puedes olvidarte, sientes que estas encerrado en una
caja que en vez de estar vacía, está llena de tormentas, llena de sueños
incumplidos, llena de terror y pesadillas, llena de todo aquello a lo que le
temiste cuando eras pequeño, monstruos que eran enormes y que te atormentaban y
que ahora, se ven aún más grandes, sientes que la caja no se volverá a abrir,
sientes, como si ese dolor en el pecho jamás va a volver a desaparecer, te
sientes solo, pero es esa soledad que te abriga entre un pequeño soplo de
viento que pasa entre tu cuerpo de una forma delicada en la que te hace sentir escalofríos
y que poco a poco te envuelve en sus brazos.
Pero
llega alguien a tu vida, no a sustituir a quien se fue, este alguien es
especial, viene a llenarte de esa belleza extraña de la vida que no sabes cómo
fue que llego, que te hace querer volver a escribir, que te hace querer ser la
persona más completa, que te hace volver a creer en el dulce color y sabor de
las palabras que escribes en aquella vieja libreta de recuerdos hermosos, que
se guardan en una pequeña parte de tu corazón, esa parte que creías había
desaparecido, pero descubres que no fue así, que sólo se encontraba dormida,
escondida, como jugando con tus sentimientos, como retándote a volver a creer.
¿Volver
a creer?, ¿Qué es volver a creer?, temer en que quizás puedes volver a estar en
esa caja sin salida o quizás volar y no volver a regresar a aquel dolor que
alguna vez un ser humano te hizo sentir.
Quizás
no podemos saber que es el volver a creer, el volver a arriesgarse para sentir
esa maravillosa sensación en la que creemos que podemos tocar el cielo o dormir
en los brazos de una hermosa estrella, quizás no lo sabemos, pero podemos sin
duda volver a ser felices aún que sea por un instante y eso ya es suficiente
para arriesgarnos, para que ese momento valga la pena, para que sin importar
nada, podamos disfrutar ese simple pero increíble momento.
Saraa L. Morgan
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