Un sueño.

Mientras caminábamos por el parque, Memo charlaba sobre sus sueños, yo iba encantada de saber que el chico más lindo del colegio me había invitado a salir, cuando volteaba a ver su cara, mi corazón latía rápidamente, pensando en que quizá en cualquier momento Memo me besaría, o me tomaría de la mano, yo me emocionaba cada vez más, pero trataba de que no se notara tanto, él volteo y me pregunto que si gustaba de un helado, sonreí y le dije que me encantaría, fuimos al "Dhiu", un bonito lugar donde normalmente van los enamorados van a merendar algún postre, obviamente, fue más emocionante para mí saber que iríamos a ese lugar ya que, es ahí donde normalmente los chicos le proponen a sus "amigas" que dejen de ser sus amigas para ser ahora su novia.¡aaah!, grite con emoción, Memo salto, valla que lo había asustado, al verme, me pregunto rápidamente que si me encontraba bien, me sonroje y dije que sí, ya que había hecho el ridículo frente a él, pero no me importo ya que, a él tampoco le había importado, después de terminar nuestro helado, salimos del "Dhiu", me entristecí un poco ya que, no me había propuesto ser su novia, pero no le tome mucha importancia ya que era apenas nuestra primer cita.
Cuando íbamos de regreso a casa, Memo me tomo del brazo y con el impulso termine frente a él, se acerco y justo cuando estábamos tan cerca que parecía que iba a besarme se quedo quieto, estaba tan cerca y a la vez tan lejos, mis ganas de besarlo eran inmensas, pero no quería tomar el impulso, algo en mi estaba diciéndome que me detuviera, que me aguantara las ganas de besarlo, Memo me miro a los ojos, acaricio mi cabello y me beso en la frente, yo estaba inmóvil, no podía entender lo que estaba sucediendo, Memo continuo caminando pero esta vez me tomo de la mano.
Llegamos un poco tarde a casa, y cuando nos estábamos despidiendo en el porche de mi casa, se acerco a mi oido y me pregunto si quería ser su novia, lo mire a la cara, le di un beso en la mejilla y conteste con un sí, cuando iba entrando a la casa, sonrió, dijo buenas noches y se dio media vuelta, al cerrar la puerta, me recargue en ella y tras un largo suspiro caí al suelo, estaba tan contenta, todo había sido como un sueño, todo fue tan romántico y emocionante, me levante rápidamente y corrí por las escaleras, al llegar a mi habitación tome el teléfono para llamarle a Carlota y contarle todo lo que había sucedido, pero de repente...
... colgué el teléfono y me avente a la cama, suspire tanto que me quede dormida.
A la mañana siguiente, mi hermano me despertó, diciendo que Carlota había estando llamando toda la mañana preguntando por mí, cuando me arreglaba para ir a la escuela, saltando y cantando como loca por toda mi habitación, mi mamá llamo a la puerta, cuando abrí, me dijo que me asomara rápidamente por la ventana, grite tan fuerte de emoción que casi hago que mi madre se quede sorda, corrí para asomarme a la ventana y ahí estaba, un enorme corazón formado con pétalos de rosas rojas.
Estaba tan emocionada por llegar al colegio para poder verlo, que fue el primer día desde que había ingresado al colegio que iba literalmente temprano, mientras desayunaba, mis padres me veían sonrientes, todo era perfecto, por fin el chico más lindo se había fijado en mi, justo cuando iba saliendo para el colegio, mi teléfono celular sonó, al abrir la puerta, trataba de sacar el celular de mi bolso, y ahí estaba el, justo frente a mí, nuevamente me quede inmóvil, me dio un beso en la mejilla y me dijo ¿Nos vamos?.
Al llegar al colegio todos nos miraban, nadie podía creerlo, ni yo debo decir, sin embargo estaba disfrutándolo al máximo, cuando llegamos a mi casillero para recoger mis libros, Memo se despidió porque tenía que ir a clases, en eso cuando cerré mi casillero ahí estaba Carlota, molesta, reclamándome por no haberle contestado el teléfono, ni por haberle llamado, pero yo no le estaba prestando mucha atención, yo en ese momento estaba mirando como Memo, saludaba a todos en el pasillo y sonreía tan maravillosamente, cuando de repente Carlota me golpeo bruscamente, fue ahí cuando voltee a verla para preguntarle que pasaba, ella estaba muy molesta, me dijo que Memo estaba jugando conmigo, era, típica escena de película, donde tus sueños se están volviendo realidad, pero tu mejor amiga te dice que todo es un juego y que al final resulta ser verdad y vas llorando a su casa para pedirle disculpas por no haberle creído, pero yo sabía que esta historia sería diferente, Memo era diferente, esto no era una película, era un sueño. By: Saraa L. Morgan