Las cosas pueden cambiar.

Siempre estaba solo, un chico especial que se dedicaba a cantar su dolor, por las noches se oía el sonido del piano y una voz que sufría.Marcos, aquel chico, el que más había sufrido, el que siempre cubría su dolor tras una tierna sonrisa, cada que conocía a una chica volvía a tener fe en que todo iba a ser mejor, pero como siempre la chica terminaba rompiéndole el corazón.Aquella noche tranquila, mientras miraba las estrellas pude escucharlo cantar, canciones tan hermosas que te hacían sufrir al mismo tiempo, lo único que Marcos deseaba era poder desaparecer, desaparecer de la tierra que le había causado tanto daño.Pensaba en viajar por el mundo, conocer personas y vivir nuevas experiencias, creía que estando en otro lugar todo cambiaria, sin embargo tenía miedo de perder todo lo que un día amo, aquel viejo pueblo en el que creció, en el que vivió.Era como un sueño, un sueño que jamás iba a poder cumplir, y del cual yo estaba completamente feliz, no quería que se fuera, siempre estuve enamorada de Marcos, lo miraba por su ventana cuando tocaba el piano, pero el solo podía pensar en aquellas chicas bellas que había en el pueblo, yo solo era una buena amiga, Yo siempre estuve orgullosa de él, pero jamás me creyó, al parecer a Marcos le gustaba el dolor, lo disfrutaba... ...El día que me anime a preguntarle el porqué era tan mal agradecido conmigo me dijo: "Si me dedico a ser feliz, jamás volveré a escribir una buena canción." esa noche el rompió mi corazón, la escusa más estúpida que alguien me había dicho, ahora solo puedo escuchar su voz en la radio, hace ya 10 años que se marcho, al parecer su dolor lo convirtió famoso, y mientras tanto yo logro escuchar de vez en cuando alguna de sus viejas melodías en las noches de aquel viejo pueblo las cuales me hacen sufrir ya que lo único que logro es pensar en el. By: Saraa L. Morgan